
En tiempos difíciles los recursos escasean y es todavía más meritorio el compromiso de quienes hacen posible se sostenga la transportación en Cuba en cualquiera de sus ramas y modalidades.
Cada año, el 15 de febrero se celebra el Día de la Aviación Civil Cubana. Es, por sobre todas las cosas, una oportunidad para reconocer los resultados alcanzados, reflexionar sobre todo lo que no está bien y trazar nuevas metas.
Este último año ha sido particularmente difícil. No solo por los retos habituales que enfrenta Cubana de Aviación para mantener sus operaciones, derivadas del bloqueo, que impiden la adquisición de aeronaves y sus componentes, sino también porque fue necesario enfrentar y vencer diversos imponderables.
Ante la rotura del aire acondicionado en el Aeropuerto Internacional José Martí de La Habana, no solo se trabajó para restaurar las condiciones previas a la rotura de los equipos del sistema centralizado de clima, sino para disponer de una mayor capacidad en él y de alternativas que eviten se repita una situación como la vivida el pasado año.
También se crearon las condiciones para una mayor disponibilidad del combustible que requieren las líneas aéreas que vuelan a Cuba, además de concederle en no pocos casos nuevas facilidades en los servicios que les ofrecen nuestros aeropuertos.
En el 2024 se compraron partes y piezas de equipos que garantizan las operaciones aeroportuarias. Se trabajó en la introducción, optimización y uso de nuevas tecnologías que facilitan los servicios de conectividad y redes, y se adquirieron equipos para sustituir equipamiento con obsolescencia tecnológica, entre ellos remolcadores de equipajes, camiones cisternas, ómnibus de plataforma, montacargas, entre otros.
También se importaron 15 ómnibus para la transportación de los trabajadores del aeropuerto de La Habana, los que también han contribuido a la transportación pública de pasajeros en la capital, en momentos en que esta presenta los indicadores más bajos de los últimos años.
En las pistas de los aeropuertos de La Habana, Varadero, Villa Clara, Cayo Coco, Camagüey, Holguín y Santiago de Cuba se realizaron mantenimientos en el año, y se realizaron otras acciones de reparación en los aeropuertos de Villa Clara, Cayo Coco, Holguín, Cienfuegos, Varadero, Camagüey y Santiago de Cuba.
Durante el pasado año se importaron 12 grupos electrógenos, todos ya montados, se instaló la escalera en salida en el aeropuerto de Cayo Coco y se importaron los hidroneumáticos de la Terminal 2 de La Habana, Varadero y Holguín. Son solo algunas de las acciones que evidencian que aún en las complejas circunstancias del año pasado la aviación cubana trabaja por elevar la calidad de sus servicios.
Como resultado de todos estos esfuerzos, el tiempo de estancia de los pasajeros en nuestros aeropuertos tuvo una tendencia a la mejoría en el 2024 con respecto a los años anteriores. Hubo una menor cantidad de vuelos que sobrepasaron los 45 minutos, tiempo estipulado internacionalmente, y la mayor parte correspondió al aeropuerto de Santiago de Cuba, donde están previstas inversiones que mejoren la capacidad de atender a los pasajeros.
Los retos que enfrenta la aviación, como cualquier otro sector en Cuba, no han logrado minar el espíritu de sus profesionales. Uno de esos ejemplos, es el de la Empresa Cubana de Navegación Aérea (ECNA) que experimentó un crecimiento en los servicios ofrecidos a las líneas aéreas que sobrevuelan el espacio aéreo concedido a Cuba.
También se han identificado alternativas para mantener durante el año vuelos a destinos nacionales: Santiago de Cuba, Holguín y Camagüey, al que se incorporó recientemente dos vuelos a la semana a Gerona.
La transportación de cargas es otro de los servicios de la aviación cubana, y en ese sentido son significativas las mejoras de nuestra empresa Aerovaradero, en particular en la transportación de la paquetería que se recibe desde el exterior y se distribuye en los hogares de los destinatarios, con el valioso aporte de formas de gestión de no estatales. Por los resultados de esta empresa, se decidió celebrar en ella este día tan especial para los trabajadores de la aviación cubana.
Sabemos que los aeropuertos cubanos tienen que seguir mejorando, que necesitamos recuperar las capacidades que tuvo en otros tiempos nuestra línea bandera y más, y que la aviación tiene que desempeñar un importante papel en el desarrollo de la economía cubana.
Pero también que contamos en esa rama del transporte con muchas personas comprometidas, amantes de su oficio, profesionales competentes que no escatiman empeños en sostener y mejorar la Aviación Cubana. A ellos les expresamos nuestro más profundo agradecimiento. Su labor es esencial y merece todo nuestro reconocimiento y apoyo.
La inauguración hoy de una nueva sala para la atención a los pasajeros a su arribo a la terminal 3 del Aeropuerto Internacional José Martí de La Habana, con una moderna estera y tecnología avanzada para el procesamiento de los equipajes, y la capacidad para atender a 300 pasajeros a la vez, es una muestra de que seguiremos mejorando nuestros servicios aeroportuarios en cualquier circunstancia.
Conferimos a esta inauguración hoy y al aporte del sector de la aviación para el resto del transporte público, un valor significativo en ese empeño renovado de mirar más y más lejos hacia un mejor futuro para nuestro país. Gracias a todos y en especial a los héroes anónimos que sostienen ese sueño.
Fotos Naturaleza Secreta