Lisane y los desafíos de comunicar la aviación

Hace aproximadamente un año comenzamos, aquí en el Ministerio de Transporte, la que ha sido una tarea ardua pero hermosa en pos de mantener a nuestra población informada y tener una mejor vía de comunicación con las personas que dependen de nuestros servicios y los propios trabajadores del sector.
Estoy hablando, por supuesto, del proyecto Desafío, un esfuerzo constante por hacer una mejor comunicación en función de mejorar la gestión del trasporte. Así que entendemos perfectamente a Lisaine Cordea, joven que trabaja en una pequeña oficina del Aeropuerto Internacional Juan Gualberto Gómez, de Matanzas.
Allí, entre el ajetreo propio de cualquier aeródromo, Lisaine ha encontrado su espacio como analista de redes sociales. Su trayectoria comenzó como oficial de aduana y, tras varios movimientos, llegó a la Sala de Monitoreo y Análisis de la Comunicación, un lugar que considera fundamental para conectar a los trabajadores del aeropuerto con el mundo exterior.


Aunque lleva poco tiempo en su nuevo cargo, siente que está en el sitio correcto, alineado con Comunicación Social, la carrera que estudia y de la cual ya va casi venciendo el tercer año. «Es un trabajo muy afín a lo que estudio, y la comunicación institucional es fascinante».
A las 7 de la mañana, ya está en la sala de monitoreo, lista para generar contenido y evaluar la información que circula en las redes sociales y páginas web. «Monitoreamos y compartimos en un grupo de WhatsApp, donde gestionamos el contenido de diferentes plataformas como Facebook y X», explica.
Su labor no solo consiste en crear publicaciones, sino también en dar voz a los trabajadores del aeropuerto, destacando sus historias y trayectorias. Una de las cosas que más le apasiona de su trabajo es el impacto que puede tener la comunicación. «Entender cómo una palabra o un comentario puede influir en la percepción de la información es increíble», reflexiona.
Lisaine recuerda un incidente reciente: «Hace unos días vi que una cuenta institucional había sido hackeada. En ese momento, supe que tenía que actuar rápido y replicar la información, para que llegara a nuestros seguidores rápido y libre de tantas fake news que circulan en la redes digitales todo el tiempo, en especial de fuentes enemigas».
Su capacidad para reaccionar ante situaciones críticas es una de las habilidades que ha desarrollado en su rol.
Lisaine también se encarga de compartir contenido cultural y turístico, promoviendo la belleza de Varadero y la riqueza de Cuba. «También queremos mostrar lo que somos», dice con orgullo. Su enfoque es equilibrar la información importante con historias de vida y elementos culturales que resuenen con la comunidad.
Por supuesto, a pesar de su entusiasmo, Lisaine enfrenta desafíos. La falta de información durante los fines de semana puede dificultar su trabajo. «Son días un poco muertos en cuanto a noticias», admite.
Además, mantener la comunicación interna con los trabajadores del aeropuerto es un reto constante. «A veces, es complicado que ellos se mantengan al día con el contenido que generamos, debido al ritmo de trabajo que se lleva aquí, simplemente no tienen mucho tiempo libre”.
Con el objetivo de terminar bien la universidad, Lisaine se siente motivada por la experiencia que está adquiriendo en la sala de monitoreo. «Siento que estoy haciendo las prácticas de mi carrera», dice, reconociendo la importancia de gestionar la comunicación, especialmente en momentos de crisis. «Esto me está abriendo la vista hacia donde quiero ir en mi futuro como comunicadora».
Lisaine es un ejemplo de cómo la pasión y la dedicación pueden transformar un trabajo en una vocación. En cada publicación que crea y en cada historia que comparte, está construyendo puentes entre el aeropuerto y la comunidad, demostrando que la comunicación es un proceso vital que conecta a las personas, a pesar de lo hostil del contexto e, incluso, del fuego mediático del que somos víctima como país.