El aeródromo reúne los parámetros establecidos por especialistas de Control Sanitario Internacional del ministerio de Salud Pública. Foto: ACN
El cumplimiento de los protocolos de bioseguridad para la prevención y control del nuevo coronavirus SARS-CoV-2 se comprobó en el aeropuerto internacional Ignacio Agramonte, de esta ciudad, durante un simulacro de arribo de alrededor de 100 pasajeros.
Certificado en julio último para la reanudación de las operaciones cuando la situación epidemiológica lo permita, el aeródromo reúne los parámetros establecidos por especialistas de Control Sanitario Internacional del ministerio de Salud Pública.
Leudes Escobar Pino, director de esa terminal, valoró de positivo el ejercicio realizado, mediante el cual se apreció el comportamiento de los procedimientos habituales con la llegada de la aeronave y el seguimiento de las medidas higiénico sanitarias y de distanciamiento físico por parte de los viajeros y trabajadores.
Durante todo el trayecto tiene que mantenerse la distancia recomendada y usarse obligatoriamente el nasobuco. Foto: ACN
A su vez, sirvió para demostrar los elementos a corregir en cuanto a la organización del proceso, tales como una labor más integrada de las entidades, ejercicio en el cual participaron como pasajeros parte de la fuerza del sistema de la aviación en Camagüey, agregó el directivo.
La simulación permitió, además, cronometrar el tiempo transcurrido desde el arribo del avión, incluyendo el momento de la toma del exudado nasofaríngeo para procesar la prueba de biología molecular reacción en cadena de la polimerasa (PCR), nuevo paso que se incorporará a la recepción de los visitantes.
Por su parte, María Leticia Acosta, jefa de la sección de control sanitario internacional en el Ignacio Agramonte, explicó que en el protocolo a implementarse durante la etapa posepidémica continúan las tres líneas de vigilancia, comprendidas desde la entrada del medio de transporte a la rampa de la estación camagüeyana y hasta la salida de los viajeros de la institución.
Las manos, el calzado y el equipaje de los pasajeros son desinfectados tras su descenso, a partir del otorgamiento de la libre práctica con la declaración de sanidad de la aeronave, y después ellos pasan por el escáner de temperatura corporal.
El flujo prosigue con la toma de la muestra para analizar la PCR a todas las personas que lleguen al territorio agramontino por esa vía, y la posterior incorporación de estos al canal de Inmigración y Extranjería y de la Aduana de la República de Cuba.
Luego, en el tercer y último momento de observación, nuevamente profesionales de la salud les chequean la temperatura con termometría digital, refirió la doctora, y acotó que paralelamente a esas acciones se esterilizan las maletas con un aspersor de hipoclorito de sodio al 0,5 por ciento.
La simulación permitió cronometrar el tiempo transcurrido desde el arribo del avión, incluyendo el momento de la toma del exudado nasofaríngeo para procesar la prueba de biología molecular. Foto: ACN
Durante todo el trayecto tiene que mantenerse la distancia recomendada y usarse obligatoriamente el nasobuco, en tanto, el personal del aeropuerto debe contar con todos los medios de protección asignados, incluyendo también las máscaras, los guantes y los espejuelos para aquellos más expuestos al contagio.
La especialista en Medicina General Integral subrayó que, de detectarse un viajero con fiebre o cualquier sintomatología respiratoria, inmediatamente es conducido hacia el local de aislamiento temporal, se le confecciona una microhistoria epidemiológica y es trasladado a los centros hospitalarios determinados.
Con el propósito de ofrecer un servicio de mayor calidad a los clientes al reiniciarse las operaciones, en el aeródromo fueron remozadas las terminales nacional e internacional y se les dio mantenimiento a dispositivos de climatización, a las esteras de las áreas de entrada y salida, y a las carretillas para el equipaje, entre otras labores.
(Tomado de ACN)