Por: Carlos Concepcion Puentes
Los vínculos de Fidel con la aviación civil cubana son reconocidos desde inicios de la lucha armada y especialmente con los preparativos de asalto a los Cuarteles militares de la tiranía batistiana en Santiago de Cuba y Bayamo, en julio de 1953. Varios de los primeros combatientes en prepararse para el asalto al Cuartel Moncada formaron parte de la célula del movimiento revolucionario de Santiago de las Vegas, donde militaban trabajadores del aeropuerto de la Habana, quienes propiciaron las condiciones para las primeras prácticas del grupo en las cercanías de Calabazar, poblado de donde eran 11 jóvenes asaltantes, algunos vinculados al sector aéreo, entre ellos Juan Villegas, Florentino Hernández y Celso Stackerman del aeropuerto de Rancho Boyeros. Aglutinador de estos combatientes fue Julio Trigo López, quien por orden de Fidel seleccionó y preparó este grupo de valerosos jóvenes, alguno de los cuales fueron asesinados junto a él, una vez prisioneros en el Moncada. (imagen 1). Durante la lucha armada en la Sierra Maestra se logró crear una fuerza aérea rebelde, desde el II Frente Oriental, operativa desde abril de 1958, como apoyo logístico y combativo, que contó con la visión estratégica de Fidel y valiosos especialistas de la aviación civil. Con el triunfo de la Revolución, Fidel considera a la aviación civil como baluarte importante del desarrollo social y económico primordial para la independencia del naciente Estado, motivo que lleva a fundar el Instituto de Aeronáutica Civil de Cuba, como organismo rector de la aviación civil cubana el 18 de septiembre de 1964.Durante estos 60 años la huella de Fidel ha sido primordial en la historia aeronáutica cubana, el desarrollo que se alcanzó desde las primeras décadas hasta adentrado el nuevo milenio, con una red de aeropuertos nacionales e internacionales, servicios de tránsito aéreo y una flota aérea versátil de cara a satisfacer el transporte nacional, fueron gracias al esfuerzo de los trabajadores aéreos y al apoyo visionario del líder de la Revolución. Son innumerables las obras y los hechos que recuerdan a Fidel en nuestra aviación civil, desde los vuelos con ayuda internacionalista, las giras de Estado a bordo de los emblemáticos IL62 de Cubana de Aviación, el apoyo en momentos tensos y de mayor riesgo para nuestros tripulante que enfrentaron numerosos secuestros aéreos y la inauguración de obras para el desarrollo de la aviación, como el inolvidable 26 de abril de 1998, durante la apertura de la emblemática Terminal aérea número 3 del histórico aeropuerto internacional José Martí de la capital cubana. Son profundas las huyas de su paso por la aviación civil cubana y cada uno de sus trabajadores les tienen como ejemplo e inspiración para proseguir nuestro duro bregar en defensa de nuestro espacio aéreo y llevar nuestro mensaje solidario por los cielos del mundo.