La Habana, 7 nov (Prensa Latina) Con la llegada de 150 turoperadores y agentes de viajes alemanes, la apertura de la mayoría de los aeropuertos y opiniones favorables de viajeros, hoy el turismo cubano toma vuelo en medio de la Covid-19.
Aunque en el mundo la enfermedad presenta segundas olas que preocupan a especialistas médicos e investigadores, en la actualidad el turismo constituye manzana de la discordia entre salud y economía.
Sin embargo, Cuba y sus autoridades notifican herramientas para volver a la industria de los viajes sin menoscabo de la vida, con recios controles sanitarios que muchos elogian.
Tal equilibrio se exhibe sobre todo cuando falta poco para que termine un año tan delicado como el 2020. En Cuba, las medidas apuntan fundamentalmente en el sector de los viajes a controles estrictos, incluso una calificación especial para los hoteles.
Ese sistema se compone de herramientas tales como tener en los establecimientos de hospedaje un médico y una enfermera capacitados para detectar cualquier problema.
Por tanto, la recuperación del turismo en Cuba ya es una realidad sobre todo a partir de la apertura del principal balneario insular, Varadero, y de todos los aeropuertos, a la espera del de La Habana (para el 10 de noviembre), que se prepara para ello.
Los puntos clave están en el anuncio de que el 1 de julio de este año se permitió el turismo internacional, mientras el 4 de septiembre las noticias trajeron la llegada de los primeros vacacionistas procedentes de Canadá para los cayos del centro-norte cubano, a partir de ahí ascendió la espiral.
Las medidas fueron confirmadas como exitosas en las primeras entradas, mientras alemanes vuelan hacia Varadero, con planes idénticos en materia de seguridad sanitaria.
De ahí que la confusión causada por la Covid-19 en el mundo y sus afectaciones económicas tienen hoy frente a ellas el optimismo de muchos, y políticas equilibradas de esferas como el turismo, con ejemplo en Cuba, a juzgar por los informes oficiales de La Habana y los turoperadores foráneos.